El Universidad de bergen, la Asociación Internacional de Psicología Aplicada (IAAP), el Academia de Ciencias del Caribe y la Unión Internacional de Ciencias Físicas y de Ingeniería en Medicina (IUPESM) demostraron cómo sus investigaciones e iniciativas innovadoras contribuyen a promover la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en diferentes contextos.
Aprovechando un primer éxito edición inaugural en 2023, el segundo dia de la ciencia incluyó debates sobre estrategias y sinergias necesarias para impulsar la aceleración de los ODS hacia 2030. El evento incluyó estudios de casos de la vida real que mostraron ejemplos concretos de implementación de los ODS con base científica, dirigidos a múltiples objetivos e involucrando a una amplia gama de partes interesadas, desde formuladores de políticas y el sector privado hasta locales. comunidades.
De la ciencia a la acción: aprovechar el conocimiento científico y las soluciones para promover el desarrollo sostenible y resiliente
Documento de posición del Grupo Principal de la Comunidad Científica y Tecnológica para el Foro Político de Alto Nivel 2024
Lori Foster, presidenta de la Asociación Internacional de Psicología Aplicada, compartió sus puntos de vista y experiencia sobre el papel de las ciencias del comportamiento en la ONU, ofreciendo conocimientos únicos que pueden amplificar el impacto de diversas disciplinas científicas.
"Si queremos avanzar en el desarrollo sostenible, debemos comprender cómo piensa la gente sobre la influencia y cómo se relacionan consigo mismas, con el medio ambiente y entre sí".
Lori Foster, presidenta, Asociación Internacional de Psicología Aplicada
Un concepto clave es prueba social — nuestra tendencia a seguir las acciones de los demás. Al aprovechar la prueba social, los científicos pueden fomentar una participación pública más amplia y un apoyo a las iniciativas científicas.
Otro elemento crucial es colaboración interdisciplinaria, particularmente la ciencia de la confianza y el trabajo en equipo. La creación de colaboraciones sólidas y basadas en la confianza en diferentes campos científicos puede conducir a soluciones más efectivas e innovadoras.
Lori compartió sus experiencias y observaciones y señaló que las ciencias del comportamiento han ganado mayor visibilidad dentro y fuera de las Naciones Unidas. En 2021, el Secretario General elaboró un Nota de orientación destacando la importancia de las ciencias del comportamiento para lograr el desarrollo sostenible. Desde entonces, muchas agencias de la ONU han comenzado a incorporar la ciencia del comportamiento en sus operaciones.
Un ejemplo de esto es el BIRD Lab (Investigación y diseño de conocimientos sobre el comportamiento), que se centra en la aplicación de principios de las ciencias del comportamiento para mejorar la eficacia de las iniciativas de las Naciones Unidas.
A medida que las ciencias del comportamiento continúan integrándose en los esfuerzos globales, su potencial para impulsar el desarrollo sostenible y elevar la influencia de todas las ciencias se vuelve cada vez más evidente.
Mark Wuddivira, Decano de la Facultad de Alimentación y Agricultura de la Universidad de las Indias Occidentales, San Agustín (UWI), y presidente de la Academia de Ciencias del Caribe, explicó cómo ambas organizaciones están a la vanguardia de iniciativas para reforzar la seguridad alimentaria en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID).
En respuesta a la cruda revelación de la pandemia sobre las vulnerabilidades derivadas de la gran dependencia de los PEID de las importaciones de alimentos, Wuddivira destacó el grave impacto en los hogares, muchos de los cuales enfrentaban escasez de alimentos. Esta crisis puso de relieve la necesidad urgente de soluciones sostenibles para mejorar la autosuficiencia y la seguridad alimentaria.
En una medida audaz y estratégica, el gobierno de la CARICOM fijó el ambicioso objetivo de reducir sus facturas de importación de alimentos en un 25% para 2025. Para apoyar esta iniciativa, se formó un consorcio de colaboración, conocido como el Consorcio de Universidades de la CARICOM involucradas en Educación e Investigación Agrícola. Este consorcio reúne la experiencia y los recursos de múltiples instituciones académicas para abordar los desafíos de seguridad alimentaria de la isla.
La formación del Consorcio se presentó al grupo de trabajo ministerial y a los responsables de la formulación de políticas, obteniendo su respaldo y respaldo. El consorcio ahora colabora activamente con los responsables políticos y ha conseguido un memorando de acuerdo con el sector privado para lograr su objetivo de reducir las importaciones de alimentos.
Este esfuerzo concertado ejemplifica el poder de la colaboración entre la academia, el gobierno y el sector privado para abordar cuestiones críticas como la seguridad alimentaria. El trabajo del consorcio allana el camino para sistemas alimentarios más resilientes y autosuficientes en los PEID, estableciendo un modelo a seguir para otras regiones.
Magdalena Stoeva, Secretaria General de la Unión Internacional de Ciencias Físicas y de Ingeniería en Medicina (IUPESM), habló sobre los notables avances logrados por la IUPESM en la mejora de la sostenibilidad de la atención médica mundial.
Antes de la pandemia de COVID-19, la IUPESM se centraba en actividades educativas y de formación. La pandemia cambió este enfoque hacia los seminarios web en línea, lo que permitió a los profesionales médicos de todo el mundo obtener una certificación en sostenibilidad médica.
Una iniciativa clave de la IUPESM es la Facultad de Física Médica, que capacita periódicamente a científicos del Sur Global, quienes luego regresan a sus comunidades para difundir conocimientos y promover prácticas médicas sostenibles.
Además, la IUPESM contribuyó al “Desbloqueo de la ciencia”Serie del ISC y la BBC, que destaca la creciente importancia de los físicos médicos y los ingenieros biomédicos a medida que la atención médica se vuelve más dependiente de la tecnología. Estos esfuerzos ejemplifican el compromiso de la IUPESM con el avance de la ciencia médica y garantizar la sostenibilidad en la atención médica.
Kerry Ryan Chance, profesor asociado de Antropología Social en la Universidad de Bergen y afiliado al Programa de Investigación Global sobre Desigualdad (GRIP), analizó las ideas que surgieron de la Proyecto de aire habitable, un proyecto de investigación que analiza los impactos de los contaminantes del aire en las comunidades vulnerables y el medio ambiente.
Los impactos más graves de los contaminantes del aire se concentran en las regiones de bajos ingresos, lo que agrava las crisis de salud pública y acelera el calentamiento global. La contaminación del aire aumenta los riesgos de cáncer y asma entre las poblaciones vulnerables, amplificando las disparidades de salud existentes.
El estudio reciente examinó comunidades en centros energéticos interconectados en todo el mundo, utilizando tres tipos de monitores (interiores, exteriores y móviles) para rastrear ocho contaminantes diferentes. Los hallazgos revelaron una marcada falta de información disponible públicamente sobre los contaminantes del aire y resaltaron que las pautas regulatorias actuales no abordan de manera efectiva la contaminación del aire altamente localizada o transfronteriza. Estas ideas subrayan la urgencia de abordar los ODS 1 (Fin de la pobreza) y 13 (Acción por el clima).
Para comprender mejor la compleja interacción entre la contaminación del aire y el cambio climático, la evidencia científica debe integrarse con el conocimiento local y apoyar el desarrollo de herramientas mejoradas para medir y monitorear las emisiones comunitarias. Las prácticas ciudadanas en red y las interacciones multiescala son factores clave para remodelar la vida y la política urbanas.
En las agendas políticas sobre cambio climático se debe dar prioridad a las distribuciones desiguales y que ponen en peligro la vida de los contaminantes del aire. La investigación cualitativa y cuantitativa intersectorial es esencial para lograr los ODS 1 y 13, asegurando que los esfuerzos para combatir la contaminación del aire y el cambio climático sean efectivos y equitativos.
El Día de la Ciencia 2024 facilitó debates esenciales sobre la incorporación de evidencia científica en la formulación de políticas para avanzar en la Agenda 2030, destacando el poder de las colaboraciones inter y transdisciplinarias para abordar cuestiones complejas.
El foro mostró diversos enfoques científicos para mejorar la sostenibilidad, demostrando el potencial transformador de la ciencia para abordar los desafíos globales. Su trabajo subraya la importancia de la inversión continua en investigación científica y el fortalecimiento de los compromisos entre ciencia y políticas mientras nos esforzamos por lograr un futuro sostenible.