La 16ª Conferencia de las Partes (COP16) del Convenio sobre la Diversidad Biológica, celebrada en Cali (Colombia), marcó un hito en el avance de los compromisos mundiales en materia de biodiversidad, ya que es la primera COP sobre biodiversidad desde que se adoptó el Marco Mundial para la Diversidad Biológica Kunming-Montreal en 2022. Esta conferencia pone énfasis en convertir objetivos globales ambiciosos (como conservar el 30% de las tierras y océanos del planeta para 2030) en planes concretos y responsables que las naciones puedan implementar a nivel local.
La COP16, cuyo tema es “Paz con la Naturaleza”, se centró en equilibrar la actividad humana con la preservación de los ecosistemas y reunió a líderes, científicos, comunidades indígenas y la sociedad civil. El Punto Focal Regional del ISC para América Latina y el Caribe se enorgullece de defender la biodiversidad como una prioridad central en el plan de acción regional, reconociendo su importancia tanto para el progreso científico como para la resiliencia regional. Con Colombia y Brasil, dos de las naciones con mayor biodiversidad del mundo, la necesidad de una acción regional específica es urgente.
Para el Punto Focal Regional del Consejo Científico Internacional para América Latina y el Caribe (ISC RFP-LAC), la COP16 proporcionó una plataforma fundamental para interactuar con diversas partes interesadas, colaborar en soluciones transformadoras y defender las prioridades regionales en materia de conservación de la biodiversidad y desarrollo sostenible.
El 24 de octubre, el Punto Focal Regional del ISC para América Latina y el Caribe participó en el lanzamiento del Proceso de Montpellier en la Alianza de Biodiversidad Internacional y el Banco de Semillas del Futuro del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT). Este centro de innovación se centra en la conservación y la utilización sostenible de la diversidad de cultivos para abordar los desafíos globales de los sistemas alimentarios. Durante el evento de lanzamiento, el Punto Focal Regional del Consejo contribuyó a los debates sobre la agricultura sostenible y la necesidad de sistemas agroalimentarios transformadores para abordar los desafíos interconectados del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la seguridad alimentaria.
La sesión subrayó la creciente importancia de impulsar los sistemas agroalimentarios en América Latina y el Caribe, donde la rica biodiversidad de la región representa una oportunidad única para desarrollar soluciones que sean relevantes a nivel regional y de impacto global. Esta colaboración destaca el compromiso del Consejo Científico Internacional de promover el desarrollo sostenible mediante la integración de la ciencia, las políticas y el conocimiento local.
El 25 de octubre, la ISC RFP-LAC contribuyó al evento paralelo “Pooling Collective Intelligence for Action”. Esta sesión fue parte del diálogo en curso sobre la colaboración multisectorial y el intercambio de conocimientos para abordar la pérdida de biodiversidad y la transformación de los sistemas alimentarios.
En el evento participaron representantes del Convenio sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la Organización Mundial de la Salud y otras partes interesadas clave, que destacaron la importancia del Proceso de Montpellier como plataforma para la acción desde lo local hasta lo global y lo local. Mediante enfoques colaborativos basados en la ciencia, la sesión exploró cómo aprovechar las sinergias entre diversos sectores, lo que permite que la inteligencia colectiva impulse soluciones efectivas y equitativas a la policrisis.
Uno de los aspectos más destacados de la participación de RFP-LAC en la COP16 fue la firma de la Alianza Global para la Bioeconomía Circular en la Zona Verde el 24 de octubre, tras la amable invitación de la ex Ministra de Ciencia y Tecnología de Colombia, Dra. Mabel Torres, y la Corporación Legado del Conocimiento.
La alianza, que incluye actores interesados como el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y otros socios regionales, tiene como objetivo acelerar la implementación de estrategias de bioeconomía circular en América Latina y el Caribe.
El taller y el acto de firma demostraron un compromiso significativo con la integración de la gestión sostenible de los recursos y los mecanismos de financiación innovadores en toda la región. Al adoptar la economía circular, la oficina regional del Consejo y sus socios están trabajando para promover prácticas agrícolas sostenibles, reducir los desechos y fomentar economías más resilientes.
Durante la COP16, el Punto Focal Regional se mantuvo centrado en promover la integración de la conservación de la biodiversidad en la agenda más amplia de desarrollo sostenible. En concreto, la organización destacó la importancia de los esfuerzos regionales para alinearse con el Marco Mundial de Diversidad Biológica Kunming-Montreal, que establece el ambicioso objetivo de conservar el 30% de las tierras y océanos del mundo para 2030.
Las iniciativas incluyeron la participación de comunidades indígenas, expertos científicos y responsables de la formulación de políticas para garantizar que tanto el conocimiento local como la investigación científica sirvan de base para las decisiones políticas. El equipo siguió abogando por la intensificación de los esfuerzos regionales para proteger la biodiversidad y, al mismo tiempo, promover la agricultura sostenible, la resiliencia climática y la equidad social en América Latina y el Caribe.
Las intervenciones en la COP16 destacan la creciente importancia de las soluciones basadas en la ciencia para abordar la policrisis de la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y la inseguridad alimentaria. Las prioridades clave que surgieron de la participación del Punto Focal Regional incluyen la conservación de la biodiversidad, la bioeconomía circular y la colaboración multisectorial.
Al fomentar alianzas, fortalecer colaboraciones y orientar las políticas con evidencia científica, la RFP-LAC del ISC garantiza que el conocimiento científico impulse acciones transformadoras en materia de biodiversidad. Este esfuerzo alinea las estrategias impulsadas por la ciencia con las prioridades locales y nacionales, mejorando así los objetivos de conservación en América Latina y el Caribe. Aprovechando el impulso de la COP16, la RFP-LAC del ISC mantiene su compromiso de convertir a la comunidad científica en una fuerza unificada para alcanzar los objetivos globales de biodiversidad y asegurar un futuro sostenible.
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