Los ISC Comité por la Libertad y la Responsabilidad en la Ciencia (CFRS) está monitoreando activamente el estado de la ciencia y la investigación en Afganistán.
En diciembre de 2022, las autoridades afganas decretaron que la educación superior para mujeres en Afganistán se suspendería hasta nuevo aviso. Como se destaca en el Declaración reciente de ISC instando a revocar la prohibición, la educación es un derecho humano y un requisito previo fundamental para la paz y el desarrollo sostenible. El Consejo observa con profunda preocupación que esta reciente escalada en el enfoque educativo de Afganistán impide efectivamente que la mitad de la población del país aprenda y participe en la ciencia. Esto representa una grave violación de la Principio de libertad y responsabilidad en la ciencia del ISC y presenta una amenaza existencial para la integridad de los sistemas científicos y la cultura de Afganistán. Incapaces de llevar a cabo su investigación frente a restricciones tan abrumadoramente regresivas y misóginas, y por temor a la persecución, muchos académicos y científicos se ven obligados a huir, lo que resulta en una pérdida de investigación y educación. La comunidad científica mundial debe actuar para preservar el talento y la experiencia de los investigadores afganos desplazados.
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Declaraciones, ofertas de asistencia y recursos sobre los académicos en Afganistán
El ISC se esforzará por actualizar esta lista periódicamente.
Para marcar este año Día Internacional de la Educación de la ONU invitamos a los miembros de la Junta de Gobierno de ISC, a los miembros y a los becarios de ISC a comentar sobre la crisis y sus implicaciones.
Comentarios:
Motoko Kotani
Vicepresidente de ISC para Ciencia y Sociedad, ISC Fellow
“Todos los miembros de la sociedad tienen el mismo papel en el cultivo de la próxima generación, y ninguna comunidad puede progresar efectivamente cuando la mitad de la población se mantiene deliberadamente atrás.
Las ideas y la innovación solo pueden prosperar cuando hay puntos de vista opuestos para impulsar la investigación objetiva y desarrollar debates académicos. Es importante recordar que las mujeres científicas están detrás de algunos de los discursos y descubrimientos científicos más importantes de la historia, así como de movimientos sociales progresistas. Las obras de Marie Curie, Jennifer Doudna, Maryam Mirzakhani y Rachel Carson se encuentran entre muchas, muchas mujeres que no solo han cambiado, sino que han mejorado el mundo en el que vivimos.
La comunidad académica internacional apoya a las mujeres afganas y cree que todos, independientemente de su género, tienen derecho a participar en el desarrollo de su comunidad y la mejora del mundo en general”.
Salim Abdool Karim
Vicepresidente de ISC para divulgación y compromiso 2022-2024, miembro de ISC
“Un conocido proverbio africano capta la importancia central de la educación de las mujeres en la sociedad: “Si educas a un hombre, educas a una persona. Si educas a una mujer, educas a una nación”. Las acciones moralmente reprobables del actual gobierno de Afganistán al prohibir la educación de las mujeres socavan directamente la futura prosperidad del país”.
Karly Kehoe
Miembro del Comité Permanente por la Libertad y la Responsabilidad en la Ciencia 2022-2025, Miembro del Comité Directivo del Proyecto ciencia en el exilio, Academia Joven Global
“En este momento, cuando a las mujeres y niñas de Afganistán se les niega el derecho a la educación, nos corresponde a los demás mover montañas. Como investigadores comprometidos con el bien común, debemos presionar a nuestros gobiernos, nuestras universidades y nuestros sistemas escolares para hacer espacio para aquellos a quienes les están robando el futuro. Esto significa presionar mucho para obtener becas, visas de estudiante, herramientas de aprendizaje en línea accesibles, acceso abierto a la investigación y, si es necesario, enseñanza personalizada. Debemos defender la igualdad y apoyar a las mujeres y niñas de Afganistán”.
Encieh Erfani
Investigador en el Centro Internacional Abdus Salam de Física Teórica, Italia, ISC Fellow, Global Young Academy
“Básicamente, los talibanes no valoran a las niñas y mujeres, por lo que hablar de sus derechos no tiene sentido para ellos. Tampoco valoran la educación, ya que ellos mismos no están educados, incluso hasta el punto de no poder leer el Corán, que dicen obedecer. Prohibir a las mujeres la educación (teniendo en cuenta que la educación secundaria para las niñas ya había sido prohibida) y el trabajo hará que las niñas sean obligadas a casarse y quedar embarazadas a edades muy tempranas; impedir que las mujeres reciban tratamiento médico, ya que los hombres no pueden tratarlas bajo los talibanes; y hacen prácticamente imposible que las mujeres cabeza de familia mantengan a sus familias. Las consecuencias del gobierno inhumano de los talibanes son de largo alcance, casi más allá de la imaginación. Este es un ejemplo escalofriante de adónde puede conducir la marginación de las mujeres, y un desastre para los derechos de las mujeres, los derechos de los niños, la salud pública y el funcionamiento básico de la sociedad afgana”.
Leer más de la Comunidad Internacional de Académicos Iraníes en su apoyo a aquellos que luchan y esperan un cambio en Afganistán.
Dra. Saja Al Zoubi
Profesora e investigadora, Estudios de desarrollo global, Universidad de Saint Mary, Halifax, Nueva Escocia, Canadá, experta en género y medios de subsistencia para la delegación de la UE en Siria, miembro del comité directivo del proyecto ISC Science in Exile, codirectora de Global Young Academy (GYA ) Iniciativa de Becarios en Riesgo.
“La educación no tiene género en el Islam. Uno de los pilares de este argumento es que el propio profeta educó a su esposa Aisha "La paz sea con ellos" para que fuera una de las fuentes más ricas de conocimiento para las comunidades musulmanas. Deben desplegarse esfuerzos globales para derrotar el pretexto de los talibanes y garantizar la educación de mujeres y niñas en Afganistán. Las mujeres afganas son fuertes, pero lo serán con todos nosotros. Proporcionar becas e instituciones anfitrionas para que las mujeres afganas continúen su investigación en países anfitriones pacíficos es de vital importancia, pero quizás aún más crucial es asegurar la educación de las niñas en el propio Afganistán. Esto es absolutamente necesario para el desarrollo pacífico de Afganistán, y la comunidad internacional debe hacer todo lo posible para apoyar este objetivo. Por supuesto, las tradiciones y la cultura de Afganistán deben ser respetadas, pero de ninguna manera esto, o debería, entrar en conflicto con el acceso a la educación para todas las niñas y mujeres de Afganistán”.
Lo que puede hacer para mostrar su apoyo a las mujeres afganas y su derecho a la educación:
- Consejo Científico Internacional (@ISC) Enero 25, 2023
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Recientemente, la región norte de Vietnam fue devastada por el tifón Yagi, conocido localmente como tifón 4.th, uno de los desastres naturales más graves que ha sufrido la zona en los últimos 60 años. El tifón no sólo causó grandes daños a la infraestructura, sino que también se cobró trágicamente vidas y destruyó los medios de subsistencia de muchas comunidades locales, especialmente las de las zonas remotas, montañosas y vulnerables. La escala de la destrucción superó lo que las autoridades locales podían gestionar, y afectó en particular a los grupos de minorías étnicas que ya se enfrentan a recursos e infraestructuras limitados. Este desastre pone de relieve una verdad dolorosa, pero esencial: el impacto creciente del cambio climático es innegable, y ningún país puede abordar sus consecuencias de forma aislada.
El caso del tifón Yagi es un poderoso recordatorio de que el cambio climático es un problema mundial. Sus efectos no respetan fronteras y ninguna nación, por desarrollada que sea, puede mitigar por sí sola la creciente frecuencia e intensidad de los desastres relacionados con el clima. El reciente tifón sirve como una clara advertencia de la urgente necesidad de una acción colectiva por parte de la comunidad internacional. Las iniciativas de ayuda y socorro tras el tifón Yagi han sido cruciales, y el apoyo internacional, incluso de países como Australia, ha desempeñado un papel importante en las iniciativas de recuperación.
Sin embargo, si bien la cooperación mundial es fundamental, mi experiencia y mis reflexiones sobre este desastre me han permitido llegar a una conclusión crucial: por mucho que necesitemos la participación internacional, también debemos centrarnos en empoderar a las comunidades locales para que se protejan a sí mismas. Cuando se producen desastres, las comunidades locales son siempre las primeras en responder, y su capacidad para actuar con rapidez y eficacia puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Las secuelas del tifón Yagi ponen de relieve la importancia de fortalecer la resiliencia local. En muchas partes de Vietnam, en particular en las comunidades de minorías étnicas y montañosas, la capacidad de respuesta a los desastres naturales es limitada. Estas comunidades suelen estar aisladas tanto geográfica como socialmente, lo que dificulta que la ayuda externa llegue rápidamente a ellas. Además, dependen en gran medida de los medios de vida tradicionales, como la agricultura, que son increíblemente vulnerables a los fenómenos relacionados con el clima. Esta combinación de aislamiento, dependencia económica de la tierra e infraestructura limitada hace que estos grupos sean especialmente susceptibles a los impactos de tifones, inundaciones y otros desastres relacionados con el clima.
Es esencial empoderar a estas comunidades vulnerables, no solo para brindarles ayuda inmediata, sino también para permitirles reconstruirse y recuperarse de manera sostenible. Los conocimientos, las tradiciones y las prácticas locales son invaluables, pero deben combinarse con estrategias modernas de preparación para desastres para crear comunidades resilientes y autosuficientes que puedan responder de manera eficaz antes de que llegue la ayuda externa.
La resiliencia no se limita a la infraestructura física, sino que también tiene que ver con los sistemas sociales y económicos. Para comunidades como las del norte de Vietnam, generar resiliencia significa desarrollar sistemas de alerta temprana, crear mejores redes de comunicación y capacitar a la población local en preparación y respuesta ante desastres. También significa garantizar que los gobiernos y las organizaciones locales tengan los recursos y los conocimientos que necesitan para apoyar a su población. El fortalecimiento de estos sistemas puede reducir el impacto inmediato de un desastre, salvando vidas y preservando los medios de subsistencia.
Sin embargo, es esencial reconocer que la recuperación y el desarrollo deben abordarse teniendo en cuenta cuidadosamente la cultura y las tradiciones locales y los desafíos específicos que plantea el cambio climático. Restablecer los medios de vida y reconstruir la infraestructura, como carreteras y puentes, son pasos vitales, pero el proceso no puede limitarse simplemente a construir nuevas instalaciones o reasentar a las comunidades. Cualquier esfuerzo de reconstrucción debe tener en cuenta los contextos culturales e históricos de las zonas afectadas. Las comunidades de minorías étnicas, por ejemplo, tienen tradiciones profundamente arraigadas vinculadas a la tierra, y cualquier desarrollo debe respetar e integrar esas tradiciones para garantizar que las soluciones sean sostenibles y significativas.
El proceso de reconstrucción debe contar con la participación de las comunidades locales, garantizando que tengan voz y voto en la forma en que se restauran sus entornos. Imponer soluciones externas sin tener en cuenta las relaciones de larga data entre las personas y sus tierras corre el riesgo de alienar a los más afectados. Además, los impactos del cambio climático, como la alteración de los patrones meteorológicos y los desastres naturales, exigen que las nuevas infraestructuras se diseñen teniendo en cuenta la resiliencia. Esto significa adaptar las prácticas tradicionales cuando sea necesario, preservando al mismo tiempo la integridad cultural.
El tifón Yagi ha sido un duro recordatorio de la apremiante necesidad de cooperación global para combatir el cambio climático. La ayuda internacional es indispensable para ayudar a los países a recuperarse de desastres de esta magnitud, y las muestras de apoyo a Vietnam tras el tifón han sido alentadoras y necesarias. Sin embargo, la colaboración internacional no debe limitarse a la ayuda de emergencia, sino que debe extenderse a la creación de resiliencia a largo plazo en las comunidades más vulnerables.
Aquí es donde la intersección del apoyo global y el empoderamiento local se vuelve crítica. Si bien se necesitan marcos y recursos globales para abordar las causas profundas del cambio climático y brindar ayuda inmediata en caso de desastre, las comunidades locales deben estar equipadas con las herramientas, el conocimiento y los recursos para protegerse. Cuanto más vulnerable sea la comunidad (por ejemplo, los grupos de minorías étnicas y quienes viven en regiones remotas y montañosas), mayor será la necesidad de empoderamiento.
La devastación causada por el tifón Yagi es un ejemplo esclarecedor de los desafíos que plantea el cambio climático. A medida que la frecuencia y la gravedad de los desastres relacionados con el clima siguen aumentando, también aumenta la urgencia de nuestra respuesta. Las lecciones aprendidas de este desastre refuerzan la importancia de empoderar a las comunidades locales, especialmente a las más vulnerables, para que se vuelvan resilientes y autosuficientes frente a estos desafíos.
Sin embargo, es igualmente importante reconocer que las iniciativas de desarrollo y reconstrucción deben abordarse teniendo en cuenta cuidadosamente las tradiciones locales y los efectos a largo plazo del cambio climático. La reconstrucción no consiste únicamente en construir nuevas instalaciones, sino en crear soluciones que respeten los valores culturales y aborden las vulnerabilidades exacerbadas por el cambio climático.
Si combinamos la cooperación internacional con un empoderamiento local reflexivo y que tenga en cuenta las diferencias culturales, podremos prepararnos mejor para los inevitables impactos del cambio climático y crear un futuro más resiliente para todos. Solo mediante este enfoque dual podremos tener la esperanza de proteger a las comunidades vulnerables y asegurar que no solo sobrevivan al próximo desastre, sino que prosperen frente a él.
Una guía para la anticipación: herramientas y métodos de exploración del horizonte y previsión
El Consejo Científico Internacional, en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), ha llevado a cabo un examen exhaustivo de las herramientas y métodos existentes de exploración del horizonte y previsión, y ha convocado una reflexión sobre la evolución de la previsión.
Unidos en la ciencia: Reinicie la acción climática
El ISC ha contribuido a un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial sobre la urgente necesidad de una acción climática que debe reiniciarse en la Cumbre del Futuro de las Naciones Unidas en septiembre.
Foto: Las casas tradicionales de Lang Nu (aldea Nu) fueron destruidas casi por completo por el tifón Yagi (Crédito: Vnexpress.net)
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