El año presenta una oportunidad para crear conciencia mundial sobre cómo la protección de la sanidad vegetal puede ayudar a acabar con el hambre, reducir la pobreza, proteger el medio ambiente e impulsar el desarrollo económico.
Datos y cifras breves
Las plantas son vida: Las plantas constituyen el 80% de los alimentos que comemos y producen el 98% del oxígeno que respiramos.
Beneficios económicos: El valor anual del comercio de productos agrícolas casi se ha triplicado durante la última década, principalmente en las economías emergentes y los países en desarrollo, alcanzando los USD 1.7 billones.
Una demanda creciente: La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que la producción agrícola debe aumentar alrededor del 60% para 2050 con el fin de alimentar a una población más numerosa y próspera.
Destrucción de plagas: Las plagas de las plantas son responsables de pérdidas de hasta el 40% por ciento de los cultivos alimentarios a nivel mundial y de las pérdidas comerciales de productos agrícolas por valor de más de USD 220 mil millones cada año.
Plagas hambrientas: Un millón de langostas pueden comer alrededor de una tonelada de comida al día, y los enjambres más grandes pueden consumir más de 100,000 toneladas por día, o lo suficiente para alimentar a decenas de miles de personas durante un año.
Impactos climáticos: El cambio climático amenaza con reducir no solo la cantidad de cultivos, reduciendo los rendimientos, sino también el valor nutritivo. El aumento de las temperaturas también significa que más plagas de plantas están apareciendo antes y en lugares donde nunca antes se habían visto.
Errores beneficiosos: Los insectos beneficiosos son vitales para la salud de las plantas (para la polinización, el control de plagas, la salud del suelo, el reciclaje de nutrientes) y, sin embargo, la abundancia de insectos se ha reducido en un 80% en los últimos 25-30 años.
Participa
Las recomendaciones de la FAO sobre qué podemos hacer para apoyar la sanidad vegetal: