Pedimos a las autoridades iraníes que suspendan la pena capital dictada contra el Dr. Amadreza Djalali y aseguren su liberación inmediata.
El Dr. Djalali ha sido puesto en régimen de aislamiento por las autoridades iraníes, que se están preparando para ejecutar su sentencia de muerte en cualquier momento. El 24 de noviembre, el Dr. Djalali telefoneó a su esposa para pedirle lo que dijo que sería su último adiós.
El Dr. Djalali fue arrestado en abril de 2016 mientras viajaba para participar en una serie de talleres organizados por universidades en Teherán y Shiraz. El 21 de octubre de 2017, el Dr. Djalali fue declarado culpable y condenado a muerte sobre la base de las denuncias de que había proporcionado información de inteligencia a las autoridades israelíes. El Dr. Djalali ha refutado las acusaciones, afirmando que sus vínculos con la comunidad académica internacional son la base de su enjuiciamiento. El Dr. Djalali enseña en universidades de Suecia, Italia y Bélgica, incluido el Karolinska Institutet, en Suecia; Università degli Studi del Piemonte Orientale, en Italia; y Vrije Universiteit Brussel, en Bélgica. Al Dr. Djalali se le ha negado el derecho a apelar su condena y sentencia. Según su familia, el Dr. Djalali ha sido sometido a tortura y confinamiento solitario mientras se encontraba bajo custodia estatal.
El Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria encontrado en una opinión de 2017 que fue detenido arbitrariamente y pidió su liberación inmediata. Las autoridades iraníes han ignorado los repetidos llamamientos de las comunidades internacionales de educación superior y derechos humanos para que liberen al Dr. Djalali y lo devuelvan a su familia y colegas.
El Consejo Científico Internacional aboga por la práctica libre y responsable de la ciencia, que es fundamental para el avance científico global y el bienestar humano y ambiental. Esta práctica requiere libertad de movimiento, asociación, expresión y comunicación por parte de los científicos. A Djalali se le ha negado el derecho a realizar pacíficamente su investigación académica y contribuir plenamente a su especialidad en medicina de desastres.
La situación del Dr. Djalali suscita graves preocupaciones para los académicos y la sociedad en todo el mundo. Su arresto, condena y sentencia sugieren un flagrante desprecio por los estándares internacionales de libertad académica, debido proceso, juicio justo y trato humano a los presos, garantizados en la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, al cual Irán es una fiesta. Además, la Recomendación de la UNESCO sobre la ciencia y los investigadores científicos establece que `` los Estados miembros deben garantizar que, para la salud y la seguridad de los investigadores científicos y de todas las demás personas que puedan verse afectadas por la actividad de investigación y desarrollo en cuestión, todas las reglamentaciones nacionales y se cumplirán plenamente los instrumentos internacionales relacionados con la protección de los trabajadores en general frente a entornos hostiles o peligrosos ».
La situación de Djalali se ha vuelto más precaria por el asesinato del científico nuclear iraní Mohsen Fakhrizadeh el 27 de noviembre cerca de Teherán.
El ISC insta a las autoridades iraníes a suspender la pena capital dictada contra el Dr. Djalali y a disponer su liberación inmediata.
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Alarma ante la amenaza de ejecución de un científico condenado a muerte en Irán, Naturaleza, 30 Noviembre 2020
https://www.nature.com/articles/d41586-020-03396-w