El Grupo de Amigos de la Ciencia para la Acción, copresidido por los Representantes Permanentes de Bélgica, India y Sudáfrica ante las Naciones Unidas, y apoyado activamente por el ISC y UNESCO Como Secretaría conjunta, organizó una reunión informativa con expertos de diversos campos científicos relacionados con los océanos para explorar los últimos avances científicos y el conocimiento práctico en preparación para la próxima reunión. ONU-3.
La ONUC-3 se centró en avanzar en la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 14 sobre la vida submarina, llega en un momento crítico, apenas cinco años antes de la fecha límite de la Agenda 2030. A pesar de los compromisos anteriores, El ODS 14 es uno de los objetivos más desviados en todas las regiones del mundo, lo que subraya la urgente necesidad de que la ONUC-3 impulse no sólo compromisos más firmes sino también acciones colectivas concretas.
Un primer paso fundamental es fortalecer la interfaz entre ciencia y política y garantizar que las deliberaciones y los resultados de la ONUC-3 –en particular la Declaración Política– estén firmemente basados en los últimos y mejores conocimientos científicos disponibles, identificando al mismo tiempo vías colectivas y transformadoras para abordar los desafíos de la sostenibilidad de los océanos.
Con el objetivo de profundizar en los mensajes basados en la ciencia para la ONUC-3, esta sesión informativa científica reunió a un panel diverso de expertos:
Los expertos destacaron los principales desafíos relacionados con los océanos, sus causas profundas y sus efectos, sus vínculos con cuestiones globales más amplias y cómo las soluciones basadas en la ciencia pueden generar beneficios colaterales y promover el desarrollo sostenible integrado. Además, la sesión informativa se centró en las vías para desarrollar economías sostenibles basadas en los océanos, haciendo hincapié en cómo la gestión responsable de los recursos marinos (en sectores como la pesca, el turismo y la energía renovable) puede impulsar tanto el crecimiento económico como la conservación de los océanos.
Como destacó Emily Twigg, el océano es un pilar fundamental del desarrollo sostenible, ya que aporta un inmenso valor a la humanidad y desempeña un papel central en la salud del planeta. Sin embargo, la vida marina se enfrenta a una gran cantidad de factores estresantes coexistentes e interconectados.
El océano ha absorbido la mayor parte del exceso de calor atmosférico y entre una cuarta parte y una tercera parte del exceso de dióxido de carbono.Además, la mayor parte del agua dulce terrestre y del hielo acaba llegando al océano. Si bien esto refleja la impresionante capacidad del océano para contribuir a la resiliencia planetaria, en un contexto de condiciones cambiantes que afectan a toda la vida en la Tierra, incluidos los humanos, esta capacidad está llegando a sus límites.
El aumento de las temperaturas, el incremento de las emisiones de carbono y la aceleración del derretimiento del hielo están generando una importante presión sobre los ecosistemas oceánicos. Para hacer frente a estos desafíos se necesita una mayor cooperación internacional, intercambio de datos, investigación científica de vanguardia y toma de decisiones basada en la ciencia.
Twigg destacó que las lagunas en el conocimiento de los océanos se traducen en lagunas en nuestra comprensión del planeta en su conjunto. La ciencia no solo nos ayuda a comprender estos desafíos, sino que también proporciona soluciones prácticas, desde informar sobre el desarrollo de sistemas de alerta temprana hasta diseñar áreas marinas protegidas que respalden la biodiversidad y la pesca sostenible.
El desarrollo de la capacidad científica mundial, en particular en los países de ingresos bajos y medios, es fundamental para garantizar una toma de decisiones inclusiva en todos los niveles, desde el local hasta el mundial. Al compartir conocimientos y, en particular, datos estandarizados, podemos lograr una comprensión más amplia del océano, que beneficie a todos.
En nuestro El 40% del océano se encuentra dentro de zonas económicas exclusivasPara que la observación y la gestión sean eficaces se requiere una fuerte colaboración internacional tanto a nivel científico como político.
La contribución de Haugan reforzó la necesidad de una sólida colaboración mundial en materia de océanos: “Hay un solo océano mundial. Nos une a todos”. Como bien común mundial compartido, el océano requiere acción y cooperación colectivas.
Además, Haugan destacó el papel vital del océano para abordar los desafíos globales y destacó que los sectores de la economía azul, incluidos el transporte, la energía renovable y la pesca, junto con la gestión sostenible de los océanos, podrían "cerrar un tercio de la brecha de emisiones de gases de efecto invernadero en 2050 entre las emisiones proyectadas y las emisiones que generarían un calentamiento inferior a 2 grados". Sin embargo, enfatizó que para hacer realidad este potencial se requiere un océano saludable, lo que hace que la inversión en conservación y gestión basada en los ecosistemas sea más crítica que nunca.
Si bien la restauración de los océanos es esencial, invertir en su conservación es mucho más rentable que reparar los daños. Una toma de decisiones eficaz sobre el uso sostenible de los océanos debe integrar los conocimientos científicos, tradicionales y locales para impulsar acciones significativas sobre el terreno.
Este informe científico subrayó una realidad crítica: el océano tiene un papel fundamental en la sostenibilidad ambiental, el desarrollo económico y el bienestar social. Para aprovechar su potencial en materia de regulación del clima, bienestar humano, seguridad alimentaria y salud planetaria es necesario restaurar, conservar y mantener un océano saludable y resiliente.
Existe un único océano mundial, y los procesos que se producen en una región determinada tienen consecuencias de amplio alcance que trascienden las fronteras nacionales. La colaboración internacional, basada en los últimos conocimientos científicos, puede garantizar soluciones eficaces a los desafíos mundiales en cuestión. A medida que los Estados Miembros definan sus próximos compromisos en materia de océano, será fundamental aprovechar los conocimientos científicos y traducirlos en acciones concretas.
A medida que se acerca la ONUC-3, la comunidad científica mundial debe aprovechar este impulso para garantizar que los esfuerzos de sostenibilidad de los océanos se basen en la evidencia y las soluciones científicas más recientes, contribuyendo a la realización de la Agenda 2030.
Foto por Snehal Krishna on Unsplash