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Hoja de trabajo

Proteger la ciencia en tiempos de crisis

El Consejo Científico Internacional anuncia el lanzamiento de su oportuna publicación, Proteger la ciencia en tiempos de crisis: ¿Cómo dejamos de ser reactivos y nos volvemos más proactivos?

Este completo artículo del Centro para el Futuro de la Ciencia, el grupo de expertos del ISC, aborda la urgente necesidad de adoptar un enfoque nuevo y proactivo para proteger a la ciencia y a sus profesionales durante las crisis mundiales. En un contexto de numerosos conflictos que se extienden por amplias zonas geográficas, fenómenos meteorológicos extremos cada vez mayores debido al cambio climático y peligros naturales como terremotos en regiones no preparadas, este nuevo informe hace un balance de lo que hemos aprendido en los últimos años gracias a nuestros esfuerzos colectivos para proteger a los científicos y a las instituciones científicas en tiempos de crisis.

“Es crítico que el informe llegue en un momento en que escuelas, universidades, centros de investigación y hospitales, todos lugares que promueven el avance de la educación y la investigación científica, han sido lugares de conflicto y destruidos o dañados durante la guerra en Ucrania, Sudán, Gaza y otros países. crisis. Nosotros, en la comunidad científica, debemos reflexionar sobre la creación de condiciones propicias para que la ciencia sobreviva y prospere”.

Pedro Gluckman, Presidente del Consejo Científico Internacional

Proteger la ciencia en tiempos de crisis

Consejo Científico Internacional. (febrero de 2024). Proteger la ciencia en tiempos de crisis. https://council.science/publications/protecting-science-in-times-of-crisis DOI: 10.24948 / 2024.01

Papel completo Resumen Ejecutivo

Propone un conjunto práctico de medidas concretas, siguiendo las etapas de la respuesta humanitaria, que deben ser implementadas conjuntamente por los actores públicos y privados mejor ubicados en los ecosistemas científicos internacionales. También identifica cómo se pueden mejorar los marcos de políticas existentes, incluidas enmiendas específicas a los tratados y regulaciones internacionales vigentes.

El número actual de científicos refugiados y desplazados se puede estimar en 100,000 en todo el mundo. Sin embargo, nuestros mecanismos de respuesta significan simplemente una solución temporal para una fracción de ese número. En un momento en que el mundo necesita con urgencia conocimientos de todas partes del mundo para abordar los desafíos globales, no podemos perder colectivamente toda esa ciencia y toda esa inversión global en investigación.

“Con esta nueva publicación, el Center for Science Futures aspira a llenar un vacío importante en los debates sobre la protección de los científicos y la ciencia durante las crisis. El estudio detalla opciones para una agenda política multilateral más efectiva, así como marcos de acción en los que las instituciones científicas pueden comenzar a colaborar de inmediato”.

Mathieu Denis, jefe del Centro para el Futuro de la Ciencia del Consejo Científico Internacional

Haciendo eco de la UNESCO Recomendación de 2017 sobre la ciencia y los investigadores científicos, el documento proporciona ideas que pueden ayudar a dar forma a futuras consultas dentro de los sistemas científicos mundiales y nacionales sobre cómo actuar según la recomendación de la UNESCO de 2017.


Recursos adicionales: infografías y vídeos.

Acompañando al documento hay un conjunto de infografías y un video animado para ilustrar las acciones que pueden tomar la comunidad científica y las partes interesadas relevantes durante cada una de las tres fases de la respuesta humanitaria. Estos materiales tienen licencia CC BY-NC-SA. Eres libre de compartir, adaptar y utilizar estos recursos para fines no comerciales.


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Una llamada a la acción

El ISC insta a las instituciones científicas internacionales, gobiernos, academias, fundaciones y a la comunidad científica en general a adoptar las recomendaciones descritas en "Protección de la ciencia en tiempos de crisis". Al hacerlo, podemos contribuir a un ecosistema científico más resiliente, receptivo y preparado, capaz de resistir los desafíos del siglo XXI.

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Principales conclusiones

Los hallazgos clave de este documento están organizados en alineación con las fases de la respuesta humanitaria: prevenir y preparar (la fase previa a la crisis), proteger (la fase de respuesta a la crisis) y reconstruir (fase posterior a la crisis). A continuación se ofrece un resumen de los principales hallazgos:

Prevención y preparación (fase previa a la crisis)

  1. Profundizar el apoyo a la ciencia a través de marcos de políticas y acción que protejan o mejoren la financiación, el acceso y la comunicación; estos ayudan a generar apoyo para la ciencia y reducir la probabilidad y el impacto de ataques políticos, campañas de desinformación o recortes de fondos.
  2. Mejorar las redes científicas personales e institucionales existentes antes de una crisis aumenta la resiliencia y la preparación de individuos e instituciones por igual.
  3. Una desconexión entre los tomadores de decisiones académicos y científicos y los profesionales que trabajan en riesgos aumenta la probabilidad de que los desastres afecten los sistemas científicos.
  4. La comunidad científica lucha por traducir su experiencia en evaluación de riesgos en enfoques más estructurados de los riesgos que enfrenta el propio sector. Los obstáculos sistémicos y culturales reducen la capacidad de liderazgo, planificación y toma de decisiones eficaces.
  5. Los científicos deben involucrarse en la adquisición y gestión de subvenciones para construir sistemas científicos más resilientes, especialmente cuando ven riesgos importantes para el sector que no se abordan.

Proteger (fase de respuesta a la crisis)

  1. Existe solidaridad para apoyar a los afectados por la crisis. Se necesitan estándares globales más predecibles y mecanismos de intercambio de información que incorporen las voces locales para ayudar a los actores científicos a satisfacer las necesidades de los afectados.
  2. La digitalización permite la soberanía de los datos, una mayor movilidad y una respuesta más flexible a las crisis. El mantenimiento y rescate seguro de los archivos garantiza la continuidad académica, cultural e histórica.
  3. Durante una crisis importante, el dinero público a menudo se desvía hacia otras prioridades además de la ciencia. Esto pone en peligro los salarios, las becas de investigación y otros tipos de apoyo a la ciencia. Se necesitan mecanismos de financiación alternativos y flexibles para colmar estas lagunas.
  4. Los modelos flexibles de programas y financiación que permiten cambios de ubicación y participación tanto remota como en persona ayudan a los científicos a continuar su trabajo y permiten la "circulación de cerebros".

Reconstrucción (fase poscrisis)

  1. Garantizar que la ciencia y la investigación sean una prioridad para los planes de recuperación acelerará la movilización de conocimientos útiles, garantizará la formación de expertos y profesores locales y apoyará la reconciliación y el sentido de pertenencia. Las alianzas científicas internacionales e intersectoriales pueden desempeñar un papel crucial en la planificación poscrisis y en el llamado a la cooperación con los actores del desarrollo.
  2. Los incentivos profesionales en ciencia brindan poca motivación para que los científicos y las instituciones se involucren en una colaboración poscrisis que se centre en el fortalecimiento de capacidades o que tenga objetivos que no sean explícitamente científicos.
  3. Cuando las visiones y los intereses de los actores locales e internacionales se alinean, existe potencial para reformas y transformaciones posteriores a la crisis. Los científicos locales deberían participar en la configuración de la recuperación. Puede ayudar a evitar la imposición de modelos extranjeros a las comunidades científicas y los sistemas científicos locales.
  4. La fase de reconstrucción crea una oportunidad para avanzar en la agenda de ciencia abierta y, en el proceso, apoya la recuperación de los científicos afectados a través de una mayor integración en redes internacionales y un acceso más justo a plataformas, equipos y tecnología científica.

Los hallazgos de nuestro trabajo hasta la fecha sugieren que, con demasiada frecuencia, la respuesta de la comunidad científica a las crisis sigue siendo descoordinada, ad hoc, reactiva e incompleta. Al adoptar un enfoque más proactivo, global y sectorial para desarrollar la resiliencia del sector científico, por ejemplo a través de un nuevo marco de políticas, podemos lograr valor tanto monetario como social para la ciencia y la sociedad en general.


Imagen del Museo Nacional de Brasil por AllisonGinadaio on Unsplash.

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