Este informe del Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU) y el Consejo Internacional de Ciencias Sociales (ISSC) encuentra que de los 169 objetivos bajo los 17 proyectos de objetivos, solo el 29% están bien definidos y se basan en la evidencia científica más reciente, mientras que el 54% necesita más trabajo y el 17% son débiles o no imprescindibles.
Los ODS ofrecen una "mejora importante" con respecto a sus predecesores, los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Sin embargo, este informe del Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU) y el Consejo Internacional de Ciencias Sociales (ISSC) encuentra que de las 169 metas bajo los 17 proyectos de metas, solo el 29% están bien definidas y basadas en la evidencia científica más reciente, mientras que 54 El% necesita más trabajo y el 17% son débiles o no esenciales.
La evaluación de las metas, cuyo objetivo es poner en práctica las 17 metas establecidas para ser aprobadas por los gobiernos a finales de 2015, es la primera de este tipo que lleva a cabo la comunidad científica y representa el trabajo de más de 40 investigadores líderes que cubren un una variedad de campos en las ciencias naturales y sociales.
Sin embargo, el informe encuentra que los objetivos adolecen de falta de integración, cierta repetición y se basan demasiado en un lenguaje vago y cualitativo en lugar de objetivos cuantitativos estrictos, mensurables y con plazos determinados.
A los autores también les preocupa que los objetivos se presenten en "silos". Los objetivos abordan desafíos como el clima, la seguridad alimentaria y la salud de forma aislada. Si no se entrelazan, existe el peligro de conflicto entre los diferentes objetivos, en particular las compensaciones entre la superación de la pobreza y el avance hacia la sostenibilidad. La acción para alcanzar un objetivo podría tener consecuencias no deseadas en otros si se persiguen por separado.
Finalmente, el informe destaca la necesidad de un 'objetivo final' para proporcionar una visión general de los ODS. “El 'fin último' de los ODS en combinación no está claro, ni tampoco cómo los objetivos y metas propuestos contribuirían a lograr ese fin último”, escriben los autores. Recomiendan que este meta-objetivo sea "una vida próspera y de alta calidad que se comparta y sostenga de manera equitativa".