Estrategia, planificación y revisión.
La mayor parte de la vasta región de Asia y el Pacífico está formada por decenas de miles de islas, que van desde islotes diminutos y remotos hasta masas de tierra insulares grandes y densamente pobladas. La región de Asia-Pacífico también es única, ya que dentro de ella se encuentran las 5 naciones del mundo que son completamente atolones.
Por diversas razones, las islas son intrínsecamente más vulnerables a los peligros y desastres naturales (H&D) que muchas áreas continentales o continentales. Las influencias físicas incluyen: el origen de la formación de islas a lo largo de los límites de las placas activas; los accidentados interiores montañosos de las islas volcánicas que tienen pendientes inestables; climas marítimos húmedos o muy húmedos con riesgo asociado de ciclones (tifones); la baja elevación de pequeños atolones e islotes de piedra caliza que corren el riesgo de inundarse. Los factores socioeconómicos que aumentan la vulnerabilidad a la H&D de muchas islas incluyen su lejanía, aislamiento, inaccesibilidad, marginación económica y dependencia de los recursos locales. Algunos ejemplos recientes que se dan a modo de ilustración son el terremoto (M 8.1) y el tsunami resultante de abril de 2007 en las Islas Salomón y las inundaciones excepcionales producidas por un ciclón en Fiji en enero de 2003.
Todo lo anterior significa que las islas (y las comunidades insulares) merecen especial atención científica en términos de evaluación y seguimiento del riesgo de amenazas, comprensión de los impactos de las amenazas y efectos a largo plazo, preparación para la ocurrencia de amenazas e implementación de programas factibles de adaptación a desastres.